viernes, 9 de septiembre de 2011

Biblioteca Popular Jorge Fonseca, al servicio de la comunidad

Doce años de historia parecen ser pocos, pero no lo son para una biblioteca que ha sabido consolidarse en la ciudad de Centenario como un punto de encuentro con el conocimiento y la cultura.

Esto es lo que sucede cada vez que la Biblioteca Popular Jorge Fonseca abre sus puertas en la calle Santo Domingo, entre Canadá y Estados Unidos.

La biblioteca nació legalmente el 10 de junio de 1999, por iniciativa de familiares y amigos de Jorge Fonseca, un estudiante de esta localidad desaparecido durante la última dictadura militar.

Su hermano, Ricardo Fonseca, quizo generar a través de la biblioteca un espacio para recordarlo y mantener viva su memoria.

 



El actual presidente, Alfredo Urrutia, contó que "la biblioteca tiene más de 13000 libros, por lo que es muy variado, se pueden encontrar libros en general como novelas, cuentos y manuales para nivel primario y secundario".

Los libros pueden ser utilizados por cualquier persona dentro del ámbito de la biblioteca y para ser llevados a domicilios particulares se debe ser socio activo. Los socios inscriptos son más de 700 pero menos de 100 mantienen la cuota al día.

Urrutia dijo que "no tenemos bibliotecarios profesionales, todos dejamos nuestro trabajos y dedicamos tiempo a las tareas diarias".

La biblioteca no se limita a la lectura de textos, también realiza talleres de computación, telar mapuche, idioma italiano, dibujo y apoyo escolar.

En este último, Urrutia detalló que "también trabajamos con chicos derivados del Hospital y el Centro de Salud Sarmiento II, la idea es buscar espacios de contención para chicos que sufren violencia familiar, situaciones de abandono y vulnerabilidad".

Se trabaja con un programa de pequeños emprendimientos y microcréditos a través del Banco Popular de la Buena Fe.

Se desarrolla un cine club en el que se pasan películas no comerciales o excepcionalmente alguna que tenga una temática específica para tratar. Y también cuenta con una radio FM con el objetivo de crear un taller de comunicación.





Para solventar los gastos diarios y de mantenimiento, la biblioteca recibe el pago de un dinero en efectivo desde la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Los subsidios enviados anualmente promedian los $1000 por mes, lo que suma unos $12000 al año.

La CONABIP les otorga un monto de dinero específico para la compra de libros en la feria del libro a un costo del 50% del valor comercial.

Y a través de las leyes provinciales nº 1627 y 1628, el gobierno de Neuquén debe aportarle anualmente un subsidio de $4000. Pero el último pago recibido fue en el 2008.

La entrega de los fondos adeudados a las bibliotecas populares se comenzó a efectivizar recién la semana pasada, a partir del reclamo de la Federación de Bibliotecas Populares a las autoridades neuquinas.